Comenzamos con el taller de semillas y Ángel y Andrea, del ecohuerto Valle del Turón, nos fueron enseñando a todos cómo de una semillita muy pequeña, puede salir una planta muy grande y de esa planta, unos frutos muy ricos...nos remangamos y metimos las manos en una caja con tierra (qué gozada tocar la tierra, olerla...es tan suave y fresquita...)
la mezclamos con sustrato y cada niñ@ fue escogiendo la semilla que iba a plantar...y vaya, que nos fuimos muy contentos con nuestras plantitas...sobretodo porque las habíamos plantado nosotros.
Después, tocó Taller de elaboración de sidra y este sí que fue la monda porque Ángel se sacó de la chistera, cual mago, un pequeño Llagarín y no veas cómo se lo pasaron todos, niños y mayores, picando manzanas y prensándolas en el llagarín...lo mejor fue que los niños nos iban ofreciendo la deliciosa sidra que salía de la prensa y la cara de todos ellos era todo emoción...
Como guinda, un rico picoteo de productos ecológicos. MªJose, la vecina de la tienda de al lado "Muñequita de trapo", trajo una tarta de calabaza de chuparse los dedos y Gracia, trajo guacamole y no sobró nada de nada...
Ecolea: un año de comercio ecológico en Llanes
Y un mes después, continuamos con las fiestas. Organizamos entre la vecina de tienda y Olea la noche de Halloween, en honor sobretodo a los orígenes celtas de dicha tradición que dícen fue llevada por los irlandeses a E.E.U.U y la hicieron propia. Total, que vaciamos unas calabazas
y recortamos murciélagos de purpurina de colores y llenamos la plaza de sombras y fantasmas...hubo algún que otro osado que vino disfrazado de bruja o calavera y ¡claro! hubo "truco o trato" y se llevaron unos caramelos...
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